Barceló Viajes

sábado, 15 de mayo de 2010

DE PARID OF DE DEY, Volium22

Un señor, que entra en la peluquería acompañado de dos de sus sobrinas, que se llaman igual -pongamos que sea por casualidades de la vida, o por veneración de sus padres hacia el nombre de la abuela común-. Nótese que el joven peluquero conocía de siempre a las muchachas.

Señor: Buenaaas. Hoy voy bien acompañado. Los papis de las chicas tienen un compromiso y yo me encargo de ellas esta tarde. De todas maneras, ya tenía previsto venir; así que, aquí estamos.
Peluquero: Ya veo. Qué majas están las dos. ¿Qué va a ser?
Señor: Vengo a que me peles a la navaja.
Peluquero: A ver, ya puede sentarse la mocita, que voy a por los utensilios.
Señor, a su sobrina, (la menor): ¿Tú sabes qué ha querido decir? ¿y por qué te ha mirado a ti?
Sobrina menor: No lo sé, pero lo mismo no te ha oído bien, lo mismo está de guasa. Yo, por si acaso, y con lo raro que es este tío, mejor me voy fuera un ratito a ver si mientras tanto aclaráis el tema. ¡Ciao!

LA MORALEJA: Anécdota que refleja fielmente el refranero, con: "Joven y peluquero, !pies para qué os quiero!"

LA ENREDADERA:  Extraña situación la que se dio en esta peluquería cuyo nombre, encubierto, a duras penas se puede encontrar en internet, pero solamente si urgamos convenientemente. Una pista: está en una localidad mediterránea (pero no daré más datos que éstos, para no herir susceptibilidades de los lugareños).
Por otro lado, ¿tan raro era el peluquero? ...o ¿quizás el caballero no se explicó claramente, dando pie a que se entendiera que pelara "a la rodeada en color verde"?

El enredo no lo era tanto esta vez (aunque fuese un enredo de pelos), así que suponemos que peluquero y caballero deshicieron amistosamente el malentendido. "Y aquí paz y después gloria; yo quiero un pisito en Soria".

Con tranquilidad, y... ¡hasta la próxima PARID!

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