-Taxista: Buenos días señora, ¿dónde la llevo?
-Usuaria: Buenos días tenga. ¿Me llevará a la estación del AVE, por favor?
-Taxista: Con mucho gusto.
Al cabo de 5 segundos, la señora (con su cinturón ya abrochado) nota como si el taxista la estuviese observando con insistencia. De repente, ella se atreve a buscar con los ojos el rostro del sufrido autónomo, y para su sorpresa se encuentra con su cara pero no con su mirada: el taxista estaba mirando a lo lejos, ¡con la vista en dirección a la luneta trasera!
MORALEJA: El tantas veces sano afán de proteger lo que nos importa acaba, -otras tantas-, por llevarnos a instaurar y aceptar tantas restricciones que en ocasiones llegamos a lo absurdo (en este caso, referido a la velocidad).
*Dualidad sólo conocida en la especie humana: "ahora te protejo, ahora te fastidio"
LA ENREDADERA: ¿Cómo fue la cosa? ...¿acaso sería tan raro que de tanto que nos reducen el límite de velocidad (ver sendos enlaces a web: Límites Zaragoza, Límites Barcelona) quizá algún día acabemos teniendo que circular hacia atrás? -con el retrovisor interior puesto sobre la cabeza del pasajero trasero y todo-. ...De momento, algún coche deportivo (curioso, para circulación urbana pero deportivo) ya ha presentado una versión especial, adaptada a este tipo de conducción. (ver fotos 1 y 2)
NOTA: Fíjense, especialmente entre otros detalles, en la posición de los retrovisores respecto al morro y a la trasera (que me lo he currao, oiga).
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